Caza Fotográfica: Zorro común.

 

Zorro común, Juanto Wild, Juanto Fernandez

Desde la salida del Sol he estado observando el vuelo de numerosas rapaces que se dirigían, en grupos de dos o tres individuos, hacia el Sur. Estamos a finales de Agosto y deben haber comenzado la migración que les llevará de nuevo al Norte de África. También he podido ver un par de corzos a lo lejos, saliendo de entre los matorrales para cruzar veloces los campos, pero no he podido fotografiar a ninguno de ellos. De todas formas, corzos ya he fotografiado muchas veces…

Son cerca de las 10 de la mañana cuando decido cambiar de lugar y me dirijo a través del soleado Bosque mediterráneo hacia un nuevo punto de espera. Las zarzamoras están en su plenitud, así que tomo algunas bayas bien maduras y me dejo llevar por su dulce y ácido sabor a monte. También hay endrinas, que no son agradables de comer en crudo aunque me servirían para hacer algo de pacharán. Después encuentro unas huellas de zorro en el barro seco, junto a una charca agotada. Camino un poco más y me siento a la sombra bajo unas encinas frondosas en la linde de un campo de trigo, que ya han recogido los agricultores, y espero pacientemente. Escucho, observo, y sobre todo permanezco completamente inmóvil. Hoy no llevo mi traje de ocultación, simplemente voy vestido con ropa corta de tonos marrones. Como siempre, cuanto más quieto esté más desapercibido pasaré. Una brisa suave refresca mi cuerpo mientras el tiempo pasa muy despacio, sin prisa.

Casi es mediodía. Solo he visto algunos mirlos, gorriones, torcaces y tórtolas revoloteando por los árboles de enfrente, al otro lado del campo. Pero ahora escucho a una pareja de arrendajos a mi espalda… sus graznidos se multiplican hasta llegar a un punto de alarma. Sí, algo debe haber ahí atrás que les preocupa, y no soy yo.

Sigo esperando, girándome levemente de tanto en tanto para cubrir la visual a mi espalda. Y entonces, mágicamente, aparece lo que en un primer momento pienso que es un perro mediano. Se mueve sigilosamente y se acerca por mi izquierda, olisqueando el terreno. Preparo la cámara y apoyo mis brazos sobre mis rodillas, con movimientos imperceptibles, y ya por el visor veo al Zorro entre las sombras a menos de 5 metros de mí. Aunque la cámara está configurada en modo silencio, soy consciente que al disparar emitirá un leve chasquido que alertará al raposo, y entonces él me verá. Solo tengo una oportunidad, dos como mucho. Espero el momento y finalmente disparo.

En una fracción de segundo me ve, y entre asustado y sorprendido sale huyendo como una exhalación, cruzando el campo como una estrella fugaz. Pruebo a disparar de nuevo mientras corre y ya no puedo hacer otra toma. Ha llegado al otro extremo y ha desaparecido bajo la frondosa vegetación, no sin antes girarse para comprobar que se ha puesto a salvo y que no lo persigo.

Entonces regreso a mi corazón agitado, respiro profundamente y compruebo si he podido captar alguna imagen… Y sonrío con una profunda felicidad. Sé que he estado varios meses esperando esto, y sé que no será fácil repetirlo. La oportunidad casi siempre la brindan las presas...


Fecha: 23.08.25. Lugar: Catalunya Central. FOTOS: 1. Zarzamoras (Rubus fruticosus)  2. Huellas de Zorro. 3. Endrinos (Prunus espinosa) 4. Bosque mediterráneo mixto con algunas encinas, ginebros, pinos rojos y otras especies. 4 y 5. Zorro común o Zorro rojo (Vulpes vulpes).