Tras una larga noche de espera bajo la llovizna, y sin éxito, decido moverme a través del Bosque en busca de señales de algún animal.
Y sí, finalmente encuentro junto a una charca huellas evidentes de uno o dos corzos. Después de pasar mucho tiempo buscando, decido sentarme a esperar junto a un árbol... y de repente se produce la magia!
Hoy he tenido la suerte de poder observar, a escasos metros de mí, a una preciosa corza salvaje en pleno Bosque...