Nos hemos levantado muy temprano sin ninguna idea
preconcebida. Ayer hubo un episodio de lluvias muy intensas en Catalunya, pero hoy el día
promete Sol y cielo azul. Salimos de BCN y al llegar a Martorell giro el
volante hacia la derecha siguiendo una intuición. Entramos en terreno totalmente desconocido. Pasamos por algunos
pueblos que tampoco nos suenan de nada. Pasamos por un puente y entonces una riera
llena de agua limpia y cristalina nos llama.
Dejamos el vehículo y descendemos por un sendero. Resuena
sobre todo el agua que corre entre las piedras, pero también se escuchan decenas de especies de pájaros de ribera que
emiten sus cantos profundos y alegres. Algunos los conozco, otros no. Mirlos,
ruiseñores, oropéndolas… incluso escucho el susurro lejano de los abejarucos
que anidan en los taludes terrosos que hemos dejado atrás.
Cuando llegamos a la riera el camino se acaba precisamente
en el curso de agua. Baja vivaz, llena y fuerte, y las únicas opciones que tenemos son volver al coche o hacer un poco de RIVERING. Y la segunda opción es la que
tomamos.
Durante dos horas paseamos por el lecho de la riera viva y
fresca. Al principio impresiona un poco eso de meterse en el agua, a veces
hasta los tobillos, a veces hasta casi el muslo, y caminar por el lecho de un
riachuelo frío, vivo y alegre, pero es una experiencia
alucinante. Lo hemos hecho decenas de veces, siempre asegurándonos de que la
meteo no nos sorprenderá con crecidas repentinas. Nosotros lo llamamos
RIACHUELING☺️ . Es una forma impresionante de sumergirte en la Naturaleza y ver la
Vida desde una perspectiva muy diferente, de fundirte con sensaciones visuales y corporales de otra dimensión.
Al final de la jornada, llegando de nuevo al puente,
encontramos unas huellas frescas de un Zorro. En muchas culturas el Zorro representa la
inteligencia, la astucia y la adaptabilidad. Quizás fue siguiendo nuestros pasos
simplemente por curiosidad, sin dejarse ver… explorando, para que nosotros
encontráramos su huella y su mensaje.